Se avecina el fin de año y con él viene ese dinerito extra que llamamos aguinaldo. ¿Te ha pasado que así como llega, esta prestación se va? Ello se debe a la falta de planificación. Después de todo, no es tan importante cuántos recursos tengas, sino cómo los utilizas. Sacarle provecho al aguinaldo es cuestión de planear una estrategia que impulse tus finanzas personales.
No existe una fórmula mágica que sea funcional para todos. Por ello, como primer paso tendrías que revisar el estado de tu situación financiera. Una vez que seas consciente de ella, puedes poner en práctica los siguientes consejos:
Sé precavido con las compras navideñas
De acuerdo con Isalia Nava Bolaños, economista del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los mexicanos ocupan la mayor parte de su aguinaldo en los gastos de la temporada decembrina. Si tú eres parte de este grupo, es momento de cambiar tus hábitos de compras para tener mayores ventajas de tu dinero.
Elabora un presupuesto considerando los principales gastos y sacando aquellos que no sean necesarios. Tu cartera te lo agradecerá.
Paga tus deudas
La tranquilidad de no tener deudas o saber que están bajo control es el mejor regalo navideño que puedes darte. Considera gastar del 30% al 70% de tu aguinaldo en cubrir tus adeudos. De esta manera, puedes liquidarlas o, en caso de que no sea suficiente, dar un paso más para terminar con ellas.
Si tienes demasiadas, elige primero las que te generen más intereses. Es importante que investigues si no hay penalizaciones por hacer pagos por adelantado. Esta es una de las mejores formas de sacarle provecho al aguinaldo.
Actualízate
La mejor forma de invertir tu aguinaldo siempre será en tu preparación. Busca cursos, posgrados, talleres o nuevas formas de actualizarte que te den una ventaja en las actividades que desempeñas. El próximo año puedes mejorar tu carrera con estas herramientas.
Ahorra
Los tiempos son inciertos y contar con un respaldo económico para enfrentarlos es de gran ayuda. Aparta un porcentaje de tu aguinaldo, en el futuro te lo agradecerás.
Empieza con un crédito de liquidez
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